4. La profesión docente. Pulso al fracaso

    En esta cuarta entrada de mi blog me dispongo a reflexionar acerca de las funciones que tiene el docente ante el  fracaso escolar. Estas funciones están recogidas en el artículo 91 de la LOE, y son las siguientes:

  1. Programación y enseñanza de las áreas.
  2. Evaluación del proceso de enseñanza/aprendizaje.
  3. Tutoría, dirección, orientación y apoyo a los alumnos.
  4. Orientación educativa, académica y profesional.
  5. Atención integral del alumnado.
  6. Promoción, organización y participación en actividades complementarias.
  7. Contribución al clima del respeto, tolerancia...
  8. Informar a las familias sobre los procesos de el/ella
  9. Coordinación de las actividades docentes, de gestión y dirección.
  10. Participación en la actividad general del centro.
  11. Participación en planes de evaluación
  12. Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza.
    12+1. Los profesores realizarán estas funciones bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo.

En este caso me dispongo a analizar y hablar de la medida 4, la cual se ve muy reflejada en el documental Un pulso al fracaso.




4. Orientación educativa, académica y profesional.

Este documental relata las historias de un grupo de adolescentes a los que el sistema educativo les brinda una segunda oportunidad gracias a la labor de la Fundación Tomillo. 
En muchos de estos casos podemos ver que la dificultad para estudiar y concentrarse que tienen estos chicos es debida a problemas familiares, y a una autoestima destruida por comentarios del tipo "no vales para nada"

El fin de esta escuela y de sus tutores, es "prepararles para la vida real", enseñándoles un oficio para que puedan después buscar un trabajo; de hecho, al finalizar el curso realizan unas prácticas que, si  hacen correctamente, pueden desembocar en un contrato laboral. 

En todas estas historias el papel del tutor es crucial ya que, junto a la figura del orientador, hablan con ellos, les escuchan y consiguen entender sus inquietudes y problemas reales; Al fin y al cabo, estos adolescentes son simplemente personas que no han tenido suerte y que solo necesitaban a alguien que les diera una segunda oportunidad. Por consiguiente, el tutor además de docente tiene que ser educador y ha de conocerles más allá del aspecto académico, desarrollando habilidades más personales y quizás afrontando situaciones para las cuales no había sitio en la carrera, pero que son más habituales en la vida diaria de lo que creemos.

Como reflexión personal, estoy segura de que si hubiera más centros como estos en los cuales la educación que se brinda sitúa al individuo por encima de los planes de estudio, el índice de fracaso escolar se reduciría notablemente. Para apoyar esta reflexión, dejo las palabras del director del centro, Luis María López-Aranguren: "Los chicos tienen perdida la esperanza de que valen para algo. Nosotros intentamos demostrarles que no es así. Los chicos y chicas han tenido experiencias muy malas en su vida diaria. Si aprendemos a trabajar con ellos, sacarán su propio potencial. Debemos creer en la enseñanza. Con ellos hay que intentar trabajar desde cero. No se debe pretender dar todo el temario. Se paran las clases para resolver los conflictos. No es una formación curricular, es una educación."

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